Ecosistema isleño, volúmenes y formas, 2024
La obra Ecosistema isleño, supone dos etapas. Un biólogo, en diálogo con la artista, recorrió la reserva y llenó su bolsa con frutos de timbó, cortezas, hongos, camalotes, claveles del aire, líquenes y alisos. El denominador común que guio aquella recolección fue la búsqueda de plantas nativas. Más tarde, ellas no serían exhibidas a la manera clásica de un herbario sino reproducidas en fundiciones en bronce y láminas realizadas con antiguos procesos de impresión. Como arte, las obras de Irene Kopelman son instalaciones conceptuales, como ciencia, son un laboratorio de investigación. Pero es en la creencia en que las dos esferas –la intuición y el pensamiento analítico– pueden reencontrarse y dar algo mayor que la unión de sus partes, donde su trabajo echa raíces profundas. A resguardo en una vitrina, el herbario de Kopelman está hecho de tristeza y soledad, ya no de plantas y semillas