MALBA—PUERTOS

Martín Blaszko

El canto del pájaro que vuela, 2016

Desde 1941 las obras de Martín Blaszko son criaturas gestadas como plan de evasión. En una época donde la conquista del espacio y las utopías lo permeaban todo, él imaginaba obras hechas con líneas de aire y líneas de materia, con huecos y vacíos, con formas inventadas y fuerzas opuestas. Las esculturas públicas eran para Blaszko una manera de domar el ego humano, de ubicarlo —como partícula microscópica que es— frente a la inmensidad del cosmos. De los muchos proyectos de escultura monumental que imaginó, muy pocos llegaron a materializarse. El canto del pájaro que vuela se instaló primero en el Museo al aire libre de Utsukushi-ga-hara de Japón y ahora una copia se levanta en Puertos.

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