MALBA—PUERTOS

Artur Lescher

La aguja, 2015

El brasileño Artur Lescher puede sintetizar en una obra dos sensaciones mutuamente excluyentes. Entonces, suave y punzante, redondo y rígido, flexible y hierático aparecen como adjetivos para describir sus piezas, y, aunque todos adecuados, ninguno por sí solo es suficiente. La aguja condensa los rasgos típicos de la escultura de Lescher: lo eterno, por cómo se vincula con el monolito de 2001: Odisea en el espacio; lo musical, por la forma en que congela resonancias y vibraciones de su entorno; y el ensimismamiento, por el modo en que se repliega sobre sí misma y, al hacerlo, nos arrastra consigo. Como todo artista dotado de la capacidad para producir intimidad, Artur Lescher posee sentido del vacío.

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